Noviembre. Nuevo número de la revista literaria HERMES. Se presentó, como siempre, en el Círculo del Arte, enToledo. Publiqué el siguiente poema:
DISTINTA COPA. Enrique Galindo
Frente a una mesa
La Vida y La Muerte brindan.
Vida bebe tinto, viste de negro
-matiz que engalana y adelgaza-.
Muerte tiene buen color
-su ropa es de niebla y gasa-,
gusta del blanco afrutado
oro y luz achampañado.
Vida es pálida,
se nutre de flaquezas,
de guerras,de alimañas,
de hambre a veces y conflictos.
Al hablar se desmenuza.
Muerte es dulce y plácida,
huele a vino especiado,
a resina y a naranja de verano.
Mira, y los trabajos pendientes
quedan
liberados por la eternidad,
habla y todo ha sido adecuado
en su justa medida,
todo igualado.
Vida levanta la copa y recuerda,
hace ya que sueña el pasado,
casi siempre arrepentida,
hace ya que recuerda el futuro,
siempre incierto y augurable.
No está contenta a pesar del licor
que refleja el cáliz.
Muerte brinda por la paz,
por el color rubí burdeos
ambarino
purpúreo rojizo
malva carmín rosado
teja tostado
que todo lo equipara.
Brindan y avivan los taninos.
La mesa impide que se mezclen.
Es la misma copa y distinto vino
chocando
y rompiendo el eco
de la Historia.
Muerte reluce de espejismo y esperanza,
arcaica como el mundo.
Vida, joven de cava y chispeante,
atrae mosquitos de relámpago,
tardes de cáliz nuevo,
convoca los taninos a su paso.
Brindan y envejecen los viñedos,
los surcos, las bellezas.
Muerte es barrica en roble,
el Gran Reserva.
Vida un renovado peregrinar
de vaso a copa, de copa a vaso,
joven afrutado inconformista.
Vida llora pensamientos en sinfines y esperanzas.
Muerte escancia el caldo de la risa y la cordura.
Distinta copa, el vino el mismo.
Frente a una mesa,
la vida y la muerte brindan
y el roce del cristal
hace estallar la eternidad.
Distinto vino,
la copa igual.
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