CONJURO DE
LA QUEMÁ MANCHEGA
(Inspirada en la Queimada tradicional gallega)
¡Perdices azules, perros rabiosos,
lechuzas diurnas, espectros
de la llanura
y los campos yermos, sapos y brujas,
duendes y mujeres encantás.
Espíritus de las viñas negras,
lagartijas y liebres escurridizas,
sortilegios de curanderas engañosas.
Corderos sacrificados a belcebú,
cuevas oscuras llenas de arañas!
¡Mal de ojo de joven virgen, quesos podridos.
Truenos y rayos sobre el pueblo troyano,
Robles que no existen ni en la memoria.
Almas en pena cocidas en mosto,
negros hechizos, peste revieja a gato muerto,
pata de conejo cojo.
Infierno de diablos saltarines,
fuego de la noche de San Juan,
Cerro de la Encantá en luna llena!
¡Costalá de cuerpos al caer del remolque.
mugido de vaca brava.
Vino agriado en el paladar,
gatos uraños, alacranes y culebras,
pijo de borrico encabritao.
Diablo bacín golismeando cerdos.
Mozas lustrosas de tocino rancio!
Con el cucharón levantaré la lumbre
de este fuego del infierno,
y huirán las encantás arreando sus escobas
hasta desaparecer de nuestras vidas.
¡Escuchad, escuchad y atended los rugidos
que dan los espíritus que arden
en el aguardiente, para así purificarse!
Y cuando este licor baje por los gaznates,
quedaremos libres de todo mal para nuestras almas,
liberados de todo encantamiento.
¡Espectros del llano, de las lagunas,
de los cerros y tormentas,
de los cielos y el averno,
con esta lumbre yo os invoco:
si de verdad tenéis poder sobre vivos y muertos,
aquí, ahora y siempre,
haced que los espíritus de nuestros amigos y familiares,
los que están con nosotros y los que faltan,
participen esta noche de esta Quemá!
© Enrique
Galindo
RECETA DE LA QUEMÁ MANCHEGA
(Recomendado
de 2 a 6 litros de aguardiente, según la cantidad de personas a participar)
ü Aguardiente u orujo blancos.
ü 120 gramos de azúcar por cada litro de aguardiente.
ü Una copa (de las de coñac) de mistela por cada litro de
aguardiente.
ü Un puñado de granos de café.
ü
Un puñado de uvas
pasas.
·
Un lebrillo de
barro.
·
Un cucharón para
remover.
·
Tazas individuales.
·
Conjuro de la Quemá
para recitar.
Ponemos
el orujo sobre un lebrillo de barro, le añadimos el azúcar, los granos de café,
el puñado de granos de uvas pasas, y la mistela.
Lo
prendemos fuego en el cucharón con aguardiente y extendemos el fuego al resto del
lebrillo.
Mientras
vamos removiendo su interior, y deshaciendo el azúcar que andará por el fondo,
levantamos de vez en para dejar caer su contenido ardiendo.
Recitar
o declamar el conjuro en voz alta.
Cuanto
más se queme, menos alcohol tendrá, pero no es conveniente que se queme
demasiado. Esperar a que salgan llamas azuladas pero depende de la calidad del
orujo.
Servir
en tazas individuales mientras se encuentre caliente.
© Enrique Galindo